segunda-feira, 6 de outubro de 2014

El Milagro de los milagros














Desde mi conversión, el sentido de conocer y hacer la voluntad de Dios me consumía todo el tiempo. Una que otra vez caía en la tentación y omitía Su voluntad en razón de la mía. Esa guerra era continua y casi insoportable. Tal conflicto íntimo parece pautar la vida de todos los nacidos del Espíritu.
La ventaja de los que viven en el reino de las tinieblas es que ellos no tienen esos conflictos en la consciencia. Tales siervos del señor de las tinieblas no se preocupan por lo que es correcto o incorrecto. Siguen sus propias leyes. Vale todo. Viven dependiendo de los principios egoístas de la naturaleza humana. Las inclinaciones de la carne siempre prevalecen. Nadie es de nadie. Justicia, respeto y amor al prójimo son valores, desde que no interfieran en la realización del ambicioso deseo personal a cualquier precio, lo que convierte a este mundo en un pedacito del infierno.
¿Cómo cambiar la corrupción de la naturaleza humana? ¿Cómo transformar al irascible, violento e iracundo, por ejemplo, en una criatura calma, serena y mesurada? Desde el punto de vista humano es imposible. Religiones, doctrinas, consejos, remedios o diversos tratamientos son un desperdicio de tiempo.
Solamente pasando por el proceso del nuevo nacimiento, el Milagro de los milagros, es posible vivir la fe cristiana. A partir de entonces, la consciencia de vivir el modelo bíblico y hacer la voluntad de Dios, cobrados por el Trono de Justicia, son atendidos.
Obviamente, el mismo poder del Espíritu que genera hijos de Dios opera tal comportamiento diferente. Pero si no lo opera, se debe a la ausencia del Espíritu Santo.
Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve. Malaquías 3:18
No obstante, los anhelos, los sueños y los proyectos personales de los justos, es decir, de los nacidos del Espíritu, se tornan los mismos que los del Padre Eterno, ya que ambos son Un solo Espíritu. (1 Corintios 6:17).
Principal característica de los nacidos del agua y del Espíritu.

Sem comentários:

Enviar um comentário