Quien habla de planificar, planifica hablar. Si usted no tiene
metas, no tiene visión de lo que quiere alcanzar, y vive apenas de
un día para otro, usted no va a avanzar.
Por eso, sus tareas de ayer y de hoy lo invitarán a pensar en qué
es lo que quiere realizar esta semana. Escriba esas metas. Al
comenzar el día preséntelas a Dios en oración, pidiendo Su favor
y ayuda. Verá que esta semana será diferente para usted.
En lo Social, casi todos nosotros conocemos a una persona que
provoca nuestros nervios, alguien que nos saca de quicio, que
nos hace soñar en tener una varita mágica para tocar su cabeza y
hacerlo(a) desaparecer o transformarse en un...conejito.
Como esa varita no existe, nuestro recurso es la oración. Por lo
tanto, su tarea hoy es orar por esa persona, pidiendo que caiga
un rayo el bien para ella. Mientras ora, pida también paciencia,
sabiduría, dominio propio – ¡recuerde que alguien puede estar
haciendo también esa oración respecto a usted!
En lo Financiero, todos nosotros ya tuvimos buenas ideas que
murieron en nuestras cabezas antes de que nacieran. Usamos
buenas disculpas: falta de tiempo, miedo de que no resulte, no
tener a nadie que nos apoye, etc. Las grandes empresas y los
grandes productos son fruto de una idea – y de alguien que no
tuvo miedo ni pereza para perseguirla. Por lo tanto, esa es su
tarea para hoy.
Vamos adelante con toda la fuerza en esta segunda semana del
propósito. ¡Y no desista!
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