segunda-feira, 9 de fevereiro de 2015

9° Día del Ayuno de Daniel






Imagen del Mal vs. Imagen del Bien
Satanás es espíritu.
Trabaja con la palabra en la boca de sus hijos;
Sus palabras en la boca de ellos son de duda, de miedo, de preocupación, de estímulos hacia el mal, de terror, en fin, mensajes cuyo objetivo es derribar.
En ellos, todo se trata de palabras y ojos envidiosos.
Reclaman por todo, se lamentan por todo, critican todo…
Hacen una tempestad en un vaso de agua, ven todo por el lado negativo y son personas con las que es difícil lidiar.
Sus labios honran más a las tinieblas que a la Luz;
Confiesan más las acciones del mal que del bien.
– Mi vida es un infierno…
– Es muy difícil aguantar…
– No logro eso, no puedo aquello, no sé si voy a poder, es mucha presión…
Esas y otras confesiones negativas no llevan a nadie a ningún lugar.
Al contrario, solo atrasan cada vez más la vida.
Las personas desconocen el poder de su lengua, sea para el bien, sea para el mal.
Cuando son de la fe y hablan locuras, no tienen noción ni temen a Dios.
El Señor Jesús enseñó:

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
 Lucas 6:45
Quien habla lo que es bueno, siembra lo que es bueno, y cosecha lo que es bueno;
Quien habla lo que es malo, siembra lo que es malo, y cosecha lo que es malo.
Dios es Espíritu.
Y dice que todo el cuidado en la pronunciación de las palabras es poco, porque estas cargan bendiciones o maldiciones.
Dios trabaja con la Palabra en la boca de Sus hijos;
Palabras de fe, de edificación, de exhortación, de consuelo, de estímulo hacia el bien.
Siempre teniendo como objetivo la vida justa. 1 Corintios 14:3
En la boca de los hijos de Dios, las palabras son espíritu y vida. Juan 6:63
* Imagen meramente ilustrativa

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