segunda-feira, 9 de fevereiro de 2015

11° Día del Ayuno de Daniel






¡No, No y No!
Las preocupaciones, las ansiedades y los miedos son sentimientos generados por las dudas.
No parece, pero cualquiera de ellos traba o atrasa cualquier proyecto personal.
¡Eso mismo!
El Espíritu Santo ha estado conmigo, sin embargo, en mis cincuenta años de convertido, nunca logré Su ayuda mientras manifesté preocupación, ansiedad o miedo.
La reacción de Dios depende de la acción de la fe. Es decir, depende de la certeza de que Él hará lo que prometió que haría, según Su voluntad.
No sirve ser religiosa, caritativa, fiel y fervorosa en algunas cosas, si no se despoja de las preocupaciones, ansiedades o del miedo de no lograrlo.
Porque son señales claras de duda. Y el que duda es como las olas del mar, jamás se afirma.
Un secreto:
Por nada estéis ansiosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Filipenses 4:6
1 – No esté ansioso por nada, ¡ni para recibir el Espíritu Santo!
2 – Presente su petición a Dios, sea a través de la oración, sea a través de la súplica y,
3 – Aguarde, espere y crea sin reclamarse a sí mismo y a Dios la respuesta
4 – Dados estos tres pasos, manifieste su fe. Imagínese respondido. Dé gracias a Dios, alabe Su Nombre, en fin, manténgase en el estado alegre de quien ya recibió el pedido.
Si usted hace su parte, el Señor Jesús hará la de Él;
Si no lo hace ahora, lo hará dentro de poco;
Si no lo hace dentro de poco, lo hará más tarde…
Si no lo hace más tarde u hoy, lo hará mañana…
Si no lo hace mañana, lo hará pasado mañana…
Manténgase en este ritmo de espera confiado.
Mientras tanto, las ansiedades, preocupaciones y miedos desaparecerán.
¡Usted no tiene idea de cuán rápido su sueño se realizará!
¡Tengan la vida realizada, en el Nombre del Señor Jesucristo!

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