terça-feira, 16 de dezembro de 2014

El significado de las parábolas

Había un maestro que contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma…
 — Maestro, —lo encaró uno de ellos una tarde. —Tú nos cuentas las parábolas pero no nos explicas su significado…
 — Pido perdón por eso. —Se disculpó el maestro con el alumno. —Permíteme que en señal de reparación te convide a comer un rico durazno.
 — Gracias maestro. —Respondió halagado el discípulo.
 — Quisiera, para agradarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?
 — Sí. Muchas gracias.  —Dijo el discípulo.
 — ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo comértelo?…
 — Me encantaría… Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro…
 — No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte…
 — Permíteme que te lo mastique antes de dártelo…
 — No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! Se quejó, sorprendido el discípulo.
 El maestro hizo una pausa y dijo: — Si yo les explicara el sentido de cada parábola… Sería como darles a comer una fruta masticada.
 El Señor Jesús, nos enseña a través de muchas parábolas. Enseñanzas que ratán de nuestra relación con Dios, tienen significado espiritual y eterno. Además nos ayudan a meditar en lo que el Espíritu Santo nos quiere enseñar y para poder comprenderlas es necesario estar en espíritu.

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